-Fuentes Margot
Casi todos hemos escuchado sobre los zombies, pero qué tontería hablar de los muertos vivientes cuando realmente lo que debería atormentar y aterrar son aquellos "mortus est in vita" , esas personas que tienen un corazón que bombea sangre, tienen un cerebro que piensa y calcula en frío mientras carece de un alma, porque ya todo lo ha perdido.¿Acaso existe un peor arma letal que los recuerdos? Pues aquellos que viven en desamor, son los seres "mortus est in vita" que han padecido la mayor de las tragedias; "¡Cuánta exageración!", debes estar pensando, pero es ahí donde está la clave, de una mente nadie se salva, es donde el pensamiento puede tomar muchas formas: si sobre piensas se vuelve una trampa, si tomas los recuerdos o piensas en el "hubiera" tomaste un portal, si reflexionas será una daga provocando un harakiri y entre más analicemos tendremos múltiples opciones, pero en cualquier panorama termina en tragedia.
Aquella mujer andaba días y noches vagando con la mirada vacía, tenía lapsos donde la maquinaria de su alma soltaba algunos chispazos y destellos, pero cuando creía volver a recobrar el ritmo, la colilla de cigarro era golpeada contra el suelo nuevamente y el chicle perdía totalidad de su sabor después de haber sido masticado por horas.
Se sentía como en medio de un bosque en la noche, sin agua o alimento, sin celular, solo una linterna que cada que avanzaba, las pilas se iban agotando y no llevaba repuesto, pero peor aun, no hubiese humanidad cerca en miles de kilómetros.
A pesar de ello, intentaba reiniciar su sistema, pero su base de datos no era compatible con el resto de actualizaciones y como cereza del pastel, su coraza se encontraba más que dañada así que era vulnerable hasta del viento ligero.
Qué fácil nos es enamorarnos, pero cuán difícil es el aprender a soltar ¿Costumbre, miedo, recuerdos o ese mismo amor? no importa la causa, cada caso es diferente, pero nunca evitará esa opresión en el pecho, esa impotencia, confusión, el pisar el borde de la locura o tal vez de la cordura.
Amar una sola vez en la vida es un dulce mito, pero cuán complejo es el amor, que no existe una sola definición y aplicación, pero siempre existirá uno, ese uno que dolerá incluso más allá de la vida; puede ser el primero, el intermedio o el último, no existe certeza de quién sea. El tiempo toda la vida será relativo, incluyendo "toda la vida" lo es, aún cuando esta puede durar cuestión de segundos, así de efímera es nuestra existencia.
Aquella mujer conoció a ese "uno", aquel que se llevó toda su alma y hasta la última pieza del rompecabezas; intentó continuar sin opción alguna autoconvenciéndose que el tiempo todo lo curaría, creyó enamorarse de nuevo, pero únicamente fue un espejismo, el cuál aceptó cuando los ecos de la nostalgia retumbaba de la nada en el momento que menos esperaba.
Fue en aquel instante que aquella dulce peonia se percató que en el día que él se marchó, desprendió un exquisito aroma que todos recordarían, pues fue el día en que habría muerto en vida.
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