miércoles, 27 de enero de 2016

¡Nunca llegaba tarde!, salí disparada, no desayuné y me cerraron la puerta, tocaba la materia de orientación; la maestra era un amor de persona, así que me dejó pasar...
El tema de ese día era: los sentimientos, no se por qué, solo... no me gusta. Cuando llegó el apartado de la palabra "amor" se apoderaron de mi mente esos recuerdos de verano...
Luego la parte de "tristeza", cuando mis seres queridos se marcharon de mi lado...
"Alegría", mi taller y las tonterías de mis mejores amigas... Muchos sentimientos después ya no sabía si reír o llorar...
Por fin el día de clases había terminado, llegué a mi casa, no había nadie.
Le marqué a mi madre, mi padre se encontraba en el hospital, debía esperar a que mi mamá viniera y me diera informes de la situación.
Era un día maravilloso, ¡realmente espectacular!, Bah, ¿a quién engaño?, ese día fue realmente espantoso.
Cuando crees que nada puede ir peor, el día se pone terriblemente feo.
Llegué al salón muy temprano como siempre, creí que el día estaría nublado, pero todo lo contrario, hubo un calor que parecía que estábamos en el infierno... bueno me encontraba en la escuela... y es casi lo mismo jajaja.
Sonó el timbre, era hora de receso, por los nervios del examen olvidé mi almuerzo (no me gustaba gastar en comida de la escuela, así que siempre llevaba mi desayuno), ni modo, tuve que ir a comprar a la cooperativa escolar...
Como todo el tiempo la fila no tenía final, yo solo observaba mi reloj, el tiempo no se detenía, cuando de nuevo se escuchó, ahí estaba de nuevo la chicharra de clases...
Las decisiones son lo peor de la vida, ¡detesto tener que elegir entre una o mas cosas! pero hay veces que debemos tomarlas porque son indispensables para nuestra vida.
Dentro de poco debería tomar una muy importante... la carrera que planeaba estudiar, ¿Hacer lo mismo toda la vida? No se si me agradaría eso... yo se que si elijo una carrera es porque me gusta, pero dicen que comer siempre lo mismo desgasta el paladar y hace que nos cansemos y busquemos otras opciones...
La vida estaba llena de casualidades, de cosas que nunca se esperan...
Es impresionante lo pequeño que es el mundo y lo rápido que pasa el tiempo, ¿No lo creen?
Toda mi vida me la he pasando siendo el prototipo de niña perfecta que los adultos esperan que sea, para mis padres, tíos, padrinos, compañeros de trabajo de mis papás, para TODOS
Me podrían responder, ¿cuánto tengo que esperar para ser yo misma?, debo esconderme hasta de mi misma, ironía, eso abunda en mi vida...
Los días y las noches transcurren y nunca me rinde el día para todo aquello que deseo hacer, pasa demasiado veloz todo esto, mi vida se me está yendo por la ventana.
Una compañera me invitó a una fiesta, no sabía si podría asistir, pues mis padres eran de la idea de no desperdiciar ni un segundo de mi "valioso" tiempo en diversiones tontas de adolescentes.
Me armé de valor y les solicité el permiso, mi padre no lo pensó ni un segundo, su respuesta fue un absoluto: NO!. Por el otro lado mi madre lo pensó un poco más y me dijo que si prometía seguir aplicandome, lo hablaría con mi padre para convencerlo de un permiso positivo...
Si todas las diversiones fueran una pérdida de tiempo o algo pecaminoso lo prohibirían, pero no he visto ninguna ley escrita por los gobiernos o las religiones que diga que no se puede divertir; por parte del gobierno, yo creo que hasta los políticos van a fiestas, digo ellos mismos organizan una cuando les va bien en algo. La iglesia. Dios asistió a fiestas, pues su primer milagro fue en las bodas de Caná, entonces dudo que divertirse e ir a fiestas sea algo tan terrible, ¿No dicen que una no es ninguna? pues solo iría a una...


Un día nuevo empezó, ella se dió cuenta que en ésta época ni siquiera el clima era igual, ella no era la a excepción de los cambios; cada persona es única, aunque todos coinciden en un factor... todo y todos sufren cambios a lo largo de los años.
Su físico había cambiado, sus ideales ya se basaban en fundamentos, sus metas estaban definidas; aunque como todo adolescente tenía alteradas de vez en cuando las neuronas (no las hormonas).
Estaba tan acostumbrada a la rutina, que estaba cansada de los días; si por ella fuera, pondría el lunes en jueves, martes en domingo, el día en la noche; quería ponerle chispa a sus días, no despertar y saber lo que iba a pasar... todo era tan... predecible.
Lo único que deseaba era despertar, pararse de la cama y subirse a un camión sin saber a dónde iba, luego a otro y otro hasta salir de la ciudad, y volver hasta el próximo día sin dar explicación alguna, ni detalles de lo sucedido.

domingo, 10 de enero de 2016